Apetitos afilados. Dientes entonados. Oídos hambrientos.

miércoles, diciembre 09, 2009

Discos de la década #15: TV on the Radio, Return to Cookie Mountain (2006)


Hay una secuencia en Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959) en que un Cary Grant borracho intenta dominar un descapotable a toda velocidad con el que los malos pretendían despeñarle haciéndolo pasar por un accidente. En un esfuerzo realmente loable para lo ebrio que está, Grant (o, mejor dicho, Roger Thornill) empuja fuera del coche a su secuestrador y trata de no caer por el acantilado.

Como se acostumbraba a hacer en aquella época, Hitchcock grabó a Grant en el coche dando volantazos y luego añadió un fondo con más o menos fortuna, pues no siempre los giros del volante se corresponden con los que hace el paisaje de detrás. La escena, vista hoy día, produce una sensación extraña, pues eres plenamente consciente de que las cosas no encajan como deberían. Sin embargo, esa es la cualidad que hace a esta secuencia especial y añade diversión a la película sin que por ello se vea afectada la credibilidad de forma seria.

Esa es más o menos la sensación que tengo al escuchar Return to Cookie Mountain. Conoces todos los elementos pero parece que no están ensamblados de una forma corriente. Como si hubieran deconstruido las canciones: tienes por un lado un ritmo, por otro una armonía y luego superpones una melodía. Esa ambigüedad es la que le da al disco una sensación tan particular: al revés que la mayoría de grupos, TV on the Radio no experimentan con las partes sino con el todo.

Y el experimento les sale bien: quizá Dear Science (2008) sea más sólido, pero no supera la capacidad de sorpresa de su hermano, nacido dos años antes. Y es que con cada escucha vas descubriendo cosas nuevas, ensamblando las diferentes partes con que juegan estos neoyorquinos.

No obstante, no es una intelectualización del rock. Hay melodías, hay ritmos y hay armonías, y son altamente disfrutables. Mis límites en la cultura musical me impiden reconocer influencias o etiquetas para definirlos y empujar a aquel que no los haya escuchado todavía a hacerlo.

Pero demos unas cuantas ideas: la primera de ellas es una voz con soul, la de Tunde Adebimpe normalmente doblada varias veces y con coros, lo que le da mucha más presencia. Y la segunda, unas bases de aire trip hop con unos ritmos que van desde una machacona constancia hasta los saltos y síncopas africanos.

Si no los conocen, es posible que esto no les haya solucionado nada a la hora de imaginarse a lo que pueden sonar. No se preocupen, yo les he escuchado y todavía estoy pensando qué es.

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1 Comments:

Blogger Ángel said...

Estamos de acuerdo, Dear Science es más sólido (y, para mi, mejor). Es cierto que yo tengo un gusto muy "tradicional" para la música, y que valoro mucho la capacidad de las canciones para quedarse en mi cabeza (siempre que sea para bien, para mal ya os contaré más adelante cuando aparezcan por aquí un par de inevitables horrores...), y que me sigue gustando reconocer lo que está pasando en cada tema. Puede que ello me impida disfrutar de bandas como ésta, pero creo que la música cuando es buena tiene un efecto evocador y emocional. Y no se puede evocar lo que no se recuerda...

De Return To Cookie Mountain soy incapaz de recordar una sola melodía. Pero si que recuerdo, lo que es muy, muy confuso, que me estaba gustando lo que escuchaba, y que, además, quería que me gustase. Sólo que mi cabeza se negaba a retener la información que estaba recibiendo. Esquemas mentales....

9/12/09, 20:13

 

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