Apetitos afilados. Dientes entonados. Oídos hambrientos.

domingo, enero 27, 2008

La dificultad de un directo

En el Summercase del año pasado actuaron los míticos Jesus & Mary Chain. Yo los vi. Tampoco es que los adore pero el Psychocandy, aunque sea un tópico decirlo, es un gran disco. Una producción rompedora, distorsión a punta pala, el principio del movimiento shoegaze, etc., etc. Pero en aquel concierto de reunión del Summercase... todo sonaba muy limpio, lo cual es irónico cuando en la mayoría de conciertos en salas el sonido satura muy pronto debido a la poca calidad de los altavoces. Y la reverberación no era la misma en un escenario al aire libre que en la fría nave industrial en que se desarrolla el Psychocandy en mi imaginación. Just like honey perdía algo, no tenía ese aura de estar escuchando una canción mítica, sino un éxito para salir del paso, acabar el show y contar el dinero mientras viajas en el avión de camino a otro festival más.

Ahora, The Magnetic Fields (siempre me ha gustado ese nombre) se han planteado sonar más Jesus & Mary Chain que Jesus & Mary Chain. Distortion se llama el intento. Y la verdad es que en las primeras escuchas convence, si bien en éstas pocas veces suelo pasar de la mitad del disco, aunque me encante (el proceso de ósmosis de una música en mi cabeza suele ser lento). Pero rápidamente me ha entrado la duda: ¿serían capaces de trasladar ese sonido, ese algo que lo hace tan especial, a un directo? Esta pregunta me asalta cada vez que escucho un grupo con "demasiados efectos", que doblan o triplican las pistas de voz (algo muy común hoy en día), meten tres o cuatro guitarras como mínimo, colocan coros superoriginales y brutales, abundan las percusiones y sonidos electrónicos de relleno, etc. Y sobre un escenario te encuentras a un grupo que tiene que defenderse ante todo aquello que ha dejado atrás en el estudio para gustar a un público enamorado del sonido del CD. ¿Están siendo sinceros cuando hacen eso?

sábado, enero 19, 2008

La máquina de bailar

Nunca he dicho que no me gustara LCD Soundsystem. Es más, su hitazo Daft Punk is playing at my house siempre me pareció brutal. Sin embargo, el disco, no sé por qué, se me atragantaba: canciones de baile que normalmente superan los 6 minutos... mal vamos.


Pero conseguí el Sound of silver. Lo escuché un par de veces nada más y me dije: bueno, no están mal, pero definitivamente no son mi grupo.


Luego los vi en el Summercase. Puede que sea el mejor concierto al que haya asistido (vale, ahí también estaba PJ Harvey, que me dejó anonadado: ella sola con guitarra y el escenario, el público y todo lo que quisiera era suyo; lástima que el ruido de las otras carpas se metiera en esta afeando un poco el resultado final, pero aún así fue un concierto antológico), una máquina perfectamente engrasada (el batería clavaba el tempo milimétricamente, ¡menudo crack!) y un líder, James Murphy, que, contrariamente a su apariencia de gordito pringado, desprendía un carisma y una presencia en el escenario que pocas veces he visto. Un directo tan arrollador que ¡¡hubo bises!! ¡¡En un festival!! Eso sí, Murphy dijo, amablemente, que nos teníamos que quedar a ver a los siguientes, que eran 2 many dj's.


Pero en disco seguían sin convencerme (si es que me puse de nuevo su disco más allá de New York I love you but you're bringing me down): grandes en directo, sosos en disco. Un colega me pasó 45:33, una especie de EP (con la duración de un LP) que habían hecho para una cosa de Nike y Apple, como música para correr o algo así. Lo puse una vez, no estaba mal pero me parecía denso.


La semana pasada saltó un pensamiento de casualidad: ¿y si me pongo otra vez el Sound of Silver, a ver qué pasa? Quizá empujado por los buenos resultados que cosechaba en las listas de "lo mejor de" de todas las revistas. Y no entiendo cómo me pudo pasar tan desapercibido: ahora esas canciones de casi nueve minutos me dan un subidón tremendo, me parecen una explosión de fiesta y alegría y cachondeo y ganas de bailar y de pasarlo bien, y no he parado de escucharlo desde ese momento. Esta mañana me he puesto de nuevo el 45:33 y me parece muy bueno, grande.


Gracias, James Murphy. Me has hecho ver que ni yo mismo me entiendo.

jueves, enero 10, 2008

Canciones preferidas de 2007

Por no hacer la competencia con otra lista de discos y ya que vivimos en la era del iPod, aquí van mis canciones favoritas del 2007. Esas de las que me acordaré durante mucho tiempo, o de las que me olvidaré en una semana, pero que a día de hoy están rondando mi cabeza a todas horas.

1. "I'm Not Gonna Teach Your Boyfriend How to Dance With You" - Black Kids. Un éxito inmediato escondido en una maqueta que ni siquiera está a la venta. Suena a conocido con esos teclados, esa voz a lo Robert Smith, esos coros... Quizá por eso se te mete en la cabeza a la primera. Pero por lo que termina de encantar es por su sonido amateur, por esas guitarras torpes y esas voces que se desgañitan. También, claro, por uno de los títulos más geniales de los últimos tiempos.

2. "Peacebone" - Animal Collective. El tema que abre uno de los discos del año resume todo lo bueno de Animal Collective. Empieza como una marcianada a base de ruidos y poco a poco se convierte en una fantástica canción en su significado más tradicional. ¡Genios!

3. "Fake Empire" - The National. Otra que abre un disco brutal. Un crescendo increible que arranca con un piano, continúa con el trabajo del mejor batería del momento y termina explotando en una preciosa coda orquestal. Una pena que en esta ocasión la letra de Matt Beringer no haga justicia a su increible voz. Si no fuese por eso, canción del año de calle.

4. "El Fantasma de la Transición" - Triángulo de Amor Bizarro. En un disco plagado de memorables eslóganes ("Jesús ordena flequillo Cleopatra", "llevar navaja siempre es conveniente", "el mejor sitio para descansar es la universidad”...), la mejor canción es la que no tiene ninguno. Tiene algo especial. Llega a obsesionar, en serio.

5. "One Two Three Four" - Feist. Parece un tema tonto y por eso me gusta más. La versión más acústica por la que ha optado Feist en "The Reminder" aderezada con palmas, vientos y coros con aire infantil.

6. "Slow Show" - The National. Igual podría haber puesto "Racing like a pro" o "Mistaken for Strangers" o cualquiera de los temazos de "Boxer". Lo habéis adivinado. Para mí, disco del año. Tenía que decirlo...

7. "Intervention" - The Arcade Fire. Absolutamente excesiva en su épica, en su órgano, en su letra... ¿Y a quién le importa? Todos la hemos cantado desde el primer día. Y sí, la mejor del disco es "No cars go", pero no vale, que ya es vieja.

8. "Me he perdido" - Nacho Vegas y Christina Rosenvinge. Preciosa intro de banjo sobre la que otro brillante gijonés canta una letra cargada de guiños a su corista de excepción ("así que hice 'chas' y aparecí a tu lado").

9. "Foundations" - Kate Nash. Canción de fin de relación en plan british. Perfecta con su beat, su piano, su guitarra y su violín monocorde. Tan buena que mereció otras diez canciones de relleno para sacarla en un LP. Porque menuda porquería de disco...

10. "The Opposite of Hallelujah" - Jens Lekman. Elegante donde los haya, el sueco se saca una preciosidad easylistening que dejará mal a cualquiera que intente hacer algo "elegante" el año que viene. Además este hombre juega al bádminton, un respeto.

jueves, enero 03, 2008

Lo mejor de 2007, o algo muy parecido a ello

Aunque ha habido unos cuantos discos bastante conocidos que han estado fuera de mi alcance, puedo proclamar y proclamo esta lista de los mejores discos del año:


1. Richmond Fontaine: Thirteen cities

2. Animal Collective: Strawberry Jam

3. Arcade Fire: Neon Bible

4. !!!: Myth Takes

5. Wilco: Sky Blue Sky


Hasta aquí todo bien. ¿Seguimos?


6. Akron/Family: Love is simple

7. The Rumble Strips: Girls & Weather

8. Devendra Banhart: Smokey rolls down Thunder Canyon

9. Panda Bear: Person Pitch

10. Blonde Redhead: 23

11. Elliott Smith: New moon

12. M.I.A.: Kala

13. of Montreal: Hissing fauna, are you the destroyer?

14. Radiohead: In rainbows

15. PJ Harvey: White chalk


Confieso que esta segunda tanda está casi totalmente improvisada, y es posible que alguno de los que menciono cupieran más arriba. Incluso podría incluir a cosas que he empezado a escuchar demasiado tarde, como Battles.


Aparte, he de mencionar un disco en español que podría batirse el puesto con cualquiera de la lista: La leyenda del espacio, de Los Planetas.