La dificultad de un directo
En el Summercase del año pasado actuaron los míticos Jesus & Mary Chain. Yo los vi. Tampoco es que los adore pero el Psychocandy, aunque sea un tópico decirlo, es un gran disco. Una producción rompedora, distorsión a punta pala, el principio del movimiento shoegaze, etc., etc. Pero en aquel concierto de reunión del Summercase... todo sonaba muy limpio, lo cual es irónico cuando en la mayoría de conciertos en salas el sonido satura muy pronto debido a la poca calidad de los altavoces. Y la reverberación no era la misma en un escenario al aire libre que en la fría nave industrial en que se desarrolla el Psychocandy en mi imaginación. Just like honey perdía algo, no tenía ese aura de estar escuchando una canción mítica, sino un éxito para salir del paso, acabar el show y contar el dinero mientras viajas en el avión de camino a otro festival más.
Ahora, The Magnetic Fields (siempre me ha gustado ese nombre) se han planteado sonar más Jesus & Mary Chain que Jesus & Mary Chain. Distortion se llama el intento. Y la verdad es que en las primeras escuchas convence, si bien en éstas pocas veces suelo pasar de la mitad del disco, aunque me encante (el proceso de ósmosis de una música en mi cabeza suele ser lento). Pero rápidamente me ha entrado la duda: ¿serían capaces de trasladar ese sonido, ese algo que lo hace tan especial, a un directo? Esta pregunta me asalta cada vez que escucho un grupo con "demasiados efectos", que doblan o triplican las pistas de voz (algo muy común hoy en día), meten tres o cuatro guitarras como mínimo, colocan coros superoriginales y brutales, abundan las percusiones y sonidos electrónicos de relleno, etc. Y sobre un escenario te encuentras a un grupo que tiene que defenderse ante todo aquello que ha dejado atrás en el estudio para gustar a un público enamorado del sonido del CD. ¿Están siendo sinceros cuando hacen eso?
Ahora, The Magnetic Fields (siempre me ha gustado ese nombre) se han planteado sonar más Jesus & Mary Chain que Jesus & Mary Chain. Distortion se llama el intento. Y la verdad es que en las primeras escuchas convence, si bien en éstas pocas veces suelo pasar de la mitad del disco, aunque me encante (el proceso de ósmosis de una música en mi cabeza suele ser lento). Pero rápidamente me ha entrado la duda: ¿serían capaces de trasladar ese sonido, ese algo que lo hace tan especial, a un directo? Esta pregunta me asalta cada vez que escucho un grupo con "demasiados efectos", que doblan o triplican las pistas de voz (algo muy común hoy en día), meten tres o cuatro guitarras como mínimo, colocan coros superoriginales y brutales, abundan las percusiones y sonidos electrónicos de relleno, etc. Y sobre un escenario te encuentras a un grupo que tiene que defenderse ante todo aquello que ha dejado atrás en el estudio para gustar a un público enamorado del sonido del CD. ¿Están siendo sinceros cuando hacen eso?