Apetitos afilados. Dientes entonados. Oídos hambrientos.

miércoles, noviembre 26, 2008

Una buena obra

Justo antes de que comenzara el Festival de Jazz de Madrid (tengo un post por ahí guardado que hablaba de algún concierto al que he ido) a las autoridades madrileñas les dio por cerrar uno de los pocos locales donde la música en directo se cuidaba como pasión, no como negocio: el Bogui.


La primera vez que entré fue de casualidad: iba con Adriano, nos paramos a ver por qué habían cambiado el Kingston y ¡nos encontramos con un local de jazz! Decidimos entrar por curiosidad. Los dueños eran amables y estaban nerviosos como unos padres primerizos. Pudimos disfrutar de un grupete que revivía el jazz manouche, con una cantante excesivamente extrovertida (como la mayoría de cantantes de jazz) y con un guitarrista que todo lo que tenía de expresivo en su instrumento lo olvidaba en su cara. Disfrutamos como enanos.


Aquí tienen la noticia:

http://www.20minutos.es/noticia/428474/0/cierre/bogui/jazz/

http://www.elmundo.es/papel/2008/10/22/madrid/2526144.html



Es posible que hoy les apetezca hacer una buena acción. Por ejemplo, firmar virtualmente en favor de la reapertura del Bogui:


http://www.jazzinmadrid.com/yosoybogui/


lunes, noviembre 24, 2008

Más Milton Malone que nunca

Autobombo: entren cada miércoles en www.sololobueno.com, que ahí me encontraran despotricando contra todo, como es costumbre. Lo bueno abunda.

Todo sea por la música.

miércoles, noviembre 12, 2008

El krautrock y los documentales de La 2

Lo reconozco. Yo sí veía los documentales de La 2. De niño. Cada día, es decir, cuando podía (tenía clase por la tarde). Me encantaban.

También reconozco que me gusta la new age y todas esas músicas que solemos meter en un mismo saco bajo etiquetas de ambient, chill out y cosas así. Lo malo es cuando una cosa se pone de moda: el chill out que se hace ahora es cutre, cutre.

¿Qué relación tienen estas dos cosas? Allá por los 70 hubo una serie de personas (o personajes: eran los 70) que se empeñaron en ampliar los caminos del rock demasiado rápido. Surgieron todo tipo de corrientes tan diversas que costó asimilarlas... y aún hoy estamos en ello.

Una de las cosas más graciosas de la música popular ocurrió cuando a alguien le dio por bautizar como movimiento a los músicos alemanes, simplemente porque hacían música que no se oía en los países anglosajones (con una excepción, como veremos). Grupos tan heterogéneos como Faust, Can o Neu!, que se parecen tanto como un huevo a una castaña, fueron agrupados bajo el calificativo "krautrock". Bien anchas se le quedaron las narices a quien se le ocurrió el nombre.

Sin embargo, dentro del krautrock había gente que tenía cierta sintonía, ciertas afinidades a la hora de hacer música. Cluster, Harmonia, Popöl Vuh, e incluso Neu! o Kraftwerk podían llegar a compartir una misma filosofía del sonido. Muchas de sus creaciones estaban directamente influidas por Brian Eno, uno de los grandes de la música popular (como músico, como productor, como lo que sea), que abrió un filón con un disco con un nombre tan sugerente como Music for airports. ¡Tachán! Nació el ambient: esa música que parece no estar, que parece no molestar, música para crear ambiente, para evitar el silencio.

Me encanta esa música.

Era algo distinto, diferente, sin hacer demasiado ruido. ¿Minimalismo? Canciones que parecían no saber cuándo empezaban o acababan, simplemente se materializaban, cumplían su función y volvían a desvanecerse otra vez... Música perfecta para acompañar imágenes sin que le robara el protagonismo a estas.

Estoy seguro de que ya habíais llegado a relacionar los elementos sin que yo dijera nada.

Sin embargo, en algo estoy intencionadamente equivocado. Robaron el protagonismo a las imágenes.

Hace tiempo que no veo documentales de La 2.