Gente que debería suicidarse por el bien de la música III

Los programadores del hilo musical del Opencor. Parece obvio, ¿no? No lo sería tanto si os digo que durante las horas de más afluencia de público he llegado a escuchar a The Stooges, Wilco, The Divine Comedy y más. Sin embargo, a ciertas horas (sobre todo muy de mañana y ya después de las once de la noche) hay una transformación y dominan por completo las insulsas versiones instrumentales de los Beatles, música de ascensor con saxo soprano (dolorosa y soporífera a la vez), edulcoraciones vergonzosas, etc. Pero la mayor razón para condenarles al suicidio es que ¡¡mancillan las versiones clásicas de grandes canciones!! ¿Cómo alguien puede tener la desfachatez de superponer solos de saxo soprano a What a wonderful world cantada por Louis Armstrong? ¿Cómo se puede ser tan vil? Pero peor es quien programa esas canciones para que las oiga todo el mundo. Y no solo con Armstrong: igualmente mancillada ha sido Ella Fitzgerald y otros cuantos artistas de verdad. No future: se acabó la esperanza para el buen gusto.