Apetitos afilados. Dientes entonados. Oídos hambrientos.

jueves, noviembre 03, 2005

Corbata, mermelada y funeral

Si es que alguna vez lo tuvo, el orgullo de
la locura reside en su necesidad de sobrevivir.

Abres el tercer cajón. Una pesadilla de naftalina y lamparones es tu despertador. Hoy toca tumbas y esquelas. Voy a volver a la cama. Esos niños de ahí. A esa, le darán de lado sus compañeras por el color de sus medias, a ese, le bajarán los pantalones en clase, ese estará solo hasta que acabe el instituto, esa suspenderá gimnasia por no saber saltar a la comba, de ese se reirán todos por sus gafas de tres metros cuadrados.

Echas la cortina. Retrasas la alarma. La revista TIME, 26 barras de pan con tomate y una pompa de jabón golpean la puerta con brutalidad. Tu pie izquierdo busca una zapatilla. Legañas y zanfoños fuera. Por fin. Diez canciones para matar sonriendo, piruleta en mano y caries en fotografía. ¿Os dais cuenta de vuestra mediocridad, imbéciles? Ya tenéis vuestro merecido.

¡Brindemos! ¡Por una infancia incomprendida y un futuro de venganza!

Someone told me not to cry.
I like the peace in the backseat.
Sans lumière.
Guns can't kill what soldiers can't see.
The pains of love.
Scare your sons and scare your daughters.
Our older brother bit by a Vampire.
Jesus Christ don't keep it hid!
Burning all the old folks, the witches and the liars.
Then i dig a tunnel from my window to yours.


Adriano Galante